Quizás
debería de ser SINA_LU -la "encargada de estar al día"- la que
publicara este artículo. Un artículo de noticias. Pero no he podido
resistirme a contarlo yo. ¡Qué alegría cuando encuentras noticias
buenas!, noticias que te devuelven la sonrisa, que hacen que sigas
creyendo en el ser humano ... ¡en la humanidad!. Maruja Torres
(todo un ejemplo para Sina y para muchos, muchos más, tanto como
periodista -difíciles momentos los del asesinato de su compañero de
trabajo, Juantxu Rodríguez-, como escritora y, sobre todo, como luchadora y ejemplo de honradez) ha sido la última galardonada por el Premio Nadal por su obra "Esperadme en el cielo" (que estoy deseosa poder empezar a saborear) y, para mayor alegría, otro premio: el otorgado al señor Vicente Ferrer*, ex jesuita de 88 años, como Gran Cruz del Mérito Civil
por su gran y dilatada labor en la ayuda al prójimo, como indica el
propio artículo previamente enlazado, "para mejorar la sanidad, la
educación, la vivienda, el cuidado del medio ambiente y la atención a
la mujer". Y todo ello a lo largo de muchos, muchos años en silencio
en un principio y, ya no hace muchos, con un trabajo conocido y con el
que colaboran, con el simple apadrinamiento de un niño, muchas miles de
personas que saben que "un grano no hace granero, pero ayuda al
compañero". Enhorabuena a los dos: son un ejemplo y una referencia. *Fundación Vicente Ferrer