Me dicen los
buenos amigos que me desprenda de todo aquello que me hacer negar lo que puedo
percibir. Porque siento que hay en mis entrañas algo que manda sobre el resto.
Es un "ser", pues parece tener más vida que yo misma, que rige mis
pensamientos (o, mejor dicho, la falta de lucidez para poder tenerlos) y mezcla
mis sentimientos en un torbellino de dudas.
Nunca tuve miedo a la muerte, sólo al dolor que en ese momento se puede sentir.
Vivo/convivo con ella hace tiempo.
El precipicio que ahora afronto sé que en otro momento sería semejante a un
separación entre dos rocas en La Pedriza: un salto y el precipicio se quedaría
atrás, sin que me engullera. Ahora tengo dudas de todo. Las siento hace mucho
tiempo, pero dudo de mi salto, ¡no es el que lleva a la muerte, puede llevar a
un frondoso valle!, pero, ¿por qué no lo veo?. ¿Quizás no lo deseo?.
Esa sensación de "estar ocupada por otro ser" me recordó a Lila
Downs. Tiene una canción que creó para "echar sus malos espíritus, las
cadenas demasiado tiempo soportadas". También es una canción, como suele
ser en ella habitual, que va más allá: la liberación de la persona, por encima
de los golpes que la vida te puede dar y, a su vez, de la corrupción, en todos
los sentidos, que nos amarra. El regreso al yo, a la Madre Tierra, a las
raíces.
OJO DE CULEBRA (Lila Downs)
Tu cuerpo va cargando cadenas, cadenas de todos los tiempos, ciruelo, ojo de culebra, tu frente que en el rostro porta tus penas
Alíviame, de la mala palabra, la sombra, de tu pensamiento, tu labio, pon tu mano en mi tiempo liberando con tu beso, mi condena...
Se me cae, se me cae, como a la culebra yo lo tiro, yo lo tiro, todo este rencor Se me cae, se me caen, esas falsedades Así yo me limpio también del dolor
Dame tu boca, tu palabra retumba, viento de noviembre, que arrastra tu piel
Dame tu mano, que en tu brazo me muevo, címbrame en el suelo, donde esta tu merced
Óyelo mi madre, óyelo mi madre Óyelo mi hermana, óyelo mi hermana Óyelo este hijo, óyelo este hijo, de mis entrañas
Óyelo mi madre, óyelo mi madre Óyelo mi hermana, mi hermana Óyelo este hijo, de mis entrañas
Óyelo este hijo de mis entrañas, óyelo, óyelo, óyelo, óyelo, óyelo, óyelo
Se me cae, se me cae, como a la culebra yo lo tiro, yo lo tiro, todo este rencor Se me cae, se me caen, esas falsedades Y así yo me limpio también del dolor
Dame tu boca tu palabra retumba, viento de noviembre, que arrastra tu piel
Dame tu mano, que en tu brazo me muevo, címbrame en el suelo, donde esta tu merced
Óyelo mi madre, Óyelo mi hermana, Óyelo este hijo de mis entrañas
Óyelo mi madre, Óyelo mi hermana, Óyelo este hijo, de mis entrañas
óyelo, óyelo, óyelo, mi madre...
Para quienes gusten, ya que en el disco en el que se incluye esta canción hay
varias colaboraciones, el vídeo del tema que fue grabado junto con La Mari: