Domingo, 03 de enero de 2010
Madre


Yo no olvido, madre,
tu vientre fecundo.
Tus cobijados abrazos,
tu cuerpo cálido.

Yo no olvido, madre,
tu dura existencia.
Tus besos repartidos,
tu cariño dado.

Olvida llantos y penas, madre,
tu corazón en pedazos regalado
palpita al sonar del teléfono.

Aún con el dolor del desprecio
de quienes la vida te debemos,
a todos, madre, sigues amando.

... El cielo y papá, hoy han llorado.

Poema:  Sina García, Madrid, 2 de enero de 2010




"Cariño espérame"  Manuel Carrasco


MSF CiberMaratón 09: Por Los Enfermos Olvidados   es una campaña de Médicos Sin Fronteras con la que se pretende concienciar sobre las necesidades que muchos enfermos en todo el mundo padecen por falta de atención primaria, por falta de medicamentos o por falta de prevención sanitaria y de su entorno.

Esta ONG que realiza un trabajo muy, muy importante... y en esta ocasión nos recuerdan que también está en nuestras manos el no olvidarnos de tantos enfermos que sufren y mueren ante la indiferencia de los gobiernos y del resto de la humanidad. Quizás un grandioso regalo de Reyes Magos pueda ser el contribuir por poco que nos parezca con la campaña... "yo no olvido".

Yo no olvido que ayer, mamá, celebramos tu cumpleaños. Que apagaste las velas con una concentración que nunca antes te había visto en tal ritual; que cerraste los ojos durante largo tiempo y soplaste con todas las fuerzas que pudiste... y todo el día recibías las llamadas por el fijo y por el móvil de tu querido hermano, que de nuevo pudo remontar otro de sus "arrechuchos" y ya está en casa, de tus cuñadas y cuñado, de tus sobrinos y de tus amigas de cuando vivías en el barrio antiguo, de todos los que te queremos y te seguimos queriendo... menos de ellos, de los más deseados y amados... y así hemos ido sobrellevando las "fiestas" entre el hospital y la casa (y faltan los "reyes", pese a que ya no haya niños en la familia, ya somos todos mayores), aunque, no por agrado, ese "ir y venir" de un lugar a otro ya es nuestro cotidiano "hacer".

Yo no olvido, mamá, todos los días besarte y abrazarte, ¡me hace tanto bien!; y deseo, ¡deseo con todo mi corazón!, que así te llegue el amor de los cuatro. Sé que te debo algo muy imporante: el que me hayas dado más de una vez la vida... y que ese ha sido uno de los grandes sufrimientos que como madre puede sentirse; jamás podré rencompensarte por el daño causado, sin embargo lo intento afrontando la realidad y luchando por ver que se "puede salir" (aunque el camino se haga pesado y en ocasiones este maldito cansancio me impida el ayudarte tanto como quisiera y precisas). La vida da muchas vueltas, mamá; gira y gira, una y otra vez; lo sabemos todos; ¡cuántas veces una rama se alejó y después volvió a tu refugio!. Nunca has tenido una existencia fácil. Luchaste junto a papá por conseguir lo mejor que pudistéis darnos. Has luchado por todos en cada ocasión que lo hemos necesitado (a veces a "regañadientes" por parte de papá ). Ahora has de luchar por ti misma, mamá, ¡sólo has de pensar en ti, ahora, mamá!;  tú eres el tronco cuyas ramas se encuentran perdidas sin tu savia ni tu aliento, y te necesitan, te necesitamos, hoy, mañana y siempre, mamá. Porque las ramas empiezan a encontrarse en la penumbra, pero tú, mamá, tú, siempre estás en el mismo lugar: bajo el sol que te ilumina como mujer que da vida una y otra vez.

Es el tiempo de tu buen merecido reposo, mamá, de que nosotros luchemos cada uno por la vida que hemos elegido, tú ya has luchado por toda la familia bastante... bastante. Que seas ahora tú quien reciba el cariño y el amor como madre, como matriarca, como mujer con suficientes años de arduo trabajo y pesares a su espalda añadiendo coherencia, ejemplo y sabiduría, que recibas los cuidados como mujer, madre y abuela enferma... que no es olvidada, ¡no!.

Te quiero cada día más, mamá; ayer, hoy y hasta el próximo
Cumpleaños te lo seguiré recordando mañana y noche.
Y lucharé con las fuerzas que me queden para que no seas
"un enfermo olvidado", mamá.



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